En el residencial Satélite, ubicado en la comunidad Hato Nuevo, en el municipio Santo Domingo Oeste, la lluvia no es solo un fenómeno natural: es una amenaza que se repite año tras año.
Cada aguacero deja el mismo resultado: casas anegadas, electrodomésticos dañados y familias que lo pierden todo, debido a la crecida de una cañada ubicada detrás de la comunidad, cuyo caudal se intensificó este jueves con las lluvias provocadas por la tormenta tropical Melissa.
“Cada vez que hay una vaguada esto se vuelve un caos. El agua se mete hasta las casas y tienen que salir corriendo con lo que podamos salvar”, contó Aalesund Encarnación, un ciudadano que lleva más de dos décadas viviendo en la zona.
De acuerdo con Encarnación, el origen del problema está en una cañada que cruza el sector y que acumula el agua proveniente de la parte alta. “Esa cañada recoge toda el agua y cuando el río de Manoguayabo crece, no deja que corra. Entonces el agua se devuelve y lo inunda todo”, explicó.
Los vecinos del residencial aseguran que el problema tiene más de 25 años y que ninguna administración municipal o central ha dado una respuesta definitiva. “Aquí vienen las comisiones, vienen los políticos, evalúan, prometen… pero no hacen nada. Ni siquiera recogen la basura”, lamentó el comunitario.



