Turín — Carlos Alcaraz y Jannik Sinner volvieron a encontrarse en una de las rivalidades más emocionantes del tenis moderno. Ambos llegaron a las finales ATP de Turín en plena forma, con estilos opuestos pero una ambición compartida: dominar el circuito y cerrar el año como número uno del mundo.

El encuentro, lleno de intensidad y puntos espectaculares, simboliza el cambio generacional en el tenis. Alcaraz destacó por su potencia y agresividad, mientras que Sinner mostró un juego táctico y sólido desde el fondo.
Con figuras como Djokovic y Nadal en etapas distintas de sus carreras, la batalla entre Alcaraz y Sinner marca el inicio de una nueva era en el deporte blanco.


