Un visitante de otro sistema estelar
Santo Domingo — La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) ha revelado uno de los hitos más notables de su misión Tianwen-1 en Marte: la captura de una secuencia animada del cometa interestelar 3I/ATLAS, un objeto que no pertenece a nuestro sistema solar y que actualmente atraviesa el espacio cercano al Sol.
El fenómeno fue anunciado a través de medios científicos chinos y confirmado por la agencia estatal Xinhua News, que detalló que el orbitador Tianwen-1 observó al cometa entre los días 1 y 4 de octubre de 2025, a una distancia aproximada de 30 millones de kilómetros. Las imágenes, tomadas diariamente, fueron combinadas para formar un GIF que muestra el desplazamiento del cometa sobre el fondo estelar, una hazaña técnica sin precedentes desde la órbita marciana.
Se trata del tercer objeto interestelar detectado en la historia de la astronomía, después de ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Cada uno de ellos ha ofrecido pistas sobre los procesos de formación de otros sistemas planetarios fuera del nuestro.
Un desafío técnico y científico
Detectar un cuerpo como 3I/ATLAS no es tarea fácil. A diferencia de los cometas originarios del cinturón de Kuiper o la nube de Oort, los interestelares se mueven a velocidades extremas, lo que complica su observación. En este caso, Tianwen-1 utilizó su cámara de alta resolución —diseñada originalmente para estudiar la superficie marciana— para capturar un objeto 10,000 a 100,000 veces más tenue que los blancos habituales del planeta rojo.
“Lograr observarlo desde Marte nos da una oportunidad única de analizar su comportamiento sin la interferencia óptica de la atmósfera terrestre”, explicó el astrofísico chino Li Wei, del Instituto Nacional de Astronomía. “El 3I/ATLAS podría contener compuestos nunca antes vistos en los cometas del sistema solar”.
Según los primeros datos, el cometa presenta una coma (nube de gas y polvo) dominada por dióxido de carbono, con niveles significativamente superiores a los de agua. Esta proporción química inusual sugiere que se formó en una región más fría de su sistema de origen, posiblemente a varios cientos de unidades astronómicas de su estrella madre.
Una oportunidad para la ciencia planetaria
El hallazgo no solo refuerza la creciente capacidad de observación de China en el espacio profundo, sino que también abre una ventana científica de enorme valor. Al provenir de otro sistema estelar, el 3I/ATLAS transporta materiales primordiales que nunca fueron parte del disco de formación solar.
“La muestra de gases y polvo que emite este cometa es, en cierto sentido, un fragmento de otra historia planetaria”, comentó Dra. Claudia Martínez, astrónoma dominicana residente en Chile. “Analizarlo nos ayuda a entender si los procesos que dieron origen a la Tierra se repiten en otros sistemas”.
Los astrónomos esperan que los datos del telescopio James Webb y de los observatorios espaciales chinos complementen las mediciones de Tianwen-1, generando un mapa de composición química y evolución térmica de la superficie del cometa.
Trayectoria y características
El 3I/ATLAS fue detectado originalmente por el sistema de vigilancia Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS) de Hawái en 2024. Desde entonces, los observatorios de todo el mundo han seguido su rápida aproximación. Se estima que su velocidad supera los 110,000 km/h, y su trayectoria hiperbólica confirma su procedencia interestelar: no está ligado gravitacionalmente al Sol.
Su paso más cercano a nuestro planeta se espera para el 19 de diciembre de 2025, aunque la distancia será enorme —más de 300 millones de kilómetros—, por lo que no representa peligro alguno para la Tierra. Aun así, su brillo podría llegar a ser visible con telescopios medianos durante diciembre, lo que despertará nuevamente el interés del público y la comunidad científica.
China fortalece su presencia científica en Marte
El logro se suma a una serie de hitos de la misión Tianwen-1, lanzada en 2020 y que ha convertido a China en el primer país en colocar simultáneamente un orbitador, un módulo de descenso y un rover (Zhurong) en Marte. El éxito de esta observación refuerza el papel de la CNSA como actor clave en la exploración interplanetaria.
La agencia señaló que el procesamiento de las imágenes requirió calibraciones precisas y algoritmos de reducción de ruido diseñados para captar objetos extremadamente débiles. Los datos fueron validados por el Instituto de Física Espacial de Pekín y por el Centro de Control Aeroespacial de Xi’an.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología chino anunció que los resultados serán compartidos con la comunidad internacional, incluyendo investigadores europeos y latinoamericanos interesados en estudiar los cometas interestelares.
El significado del 3I/ATLAS para la humanidad
El paso del 3I/ATLAS no solo tiene relevancia astronómica, sino también simbólica. En apenas ocho años, la humanidad ha detectado tres visitantes estelares distintos, lo que indica que estos objetos podrían ser más comunes de lo que se pensaba.
“Estos cuerpos son mensajeros del cosmos”, apunta el investigador dominicano José R. Peguero, del Observatorio de Altos de Chavón. “Cada uno nos recuerda que el sistema solar no está aislado: somos parte de una comunidad galáctica activa y en constante intercambio”.
La información obtenida podría, a largo plazo, servir para planificar misiones de interceptación o análisis directo, como propuso la ESA con su programa Comet Interceptor. Tales misiones podrían ofrecer respuestas sobre el origen de los compuestos orgánicos esenciales para la vida.
Conclusión: una mirada marciana al infinito
La captura del cometa 3I/ATLAS desde Marte representa una fusión entre ciencia, tecnología y curiosidad humana. Por primera vez, un objeto procedente de otro sistema estelar ha sido observado desde un planeta distinto a la Tierra, abriendo una nueva era de observación interplanetaria.
Mientras el cometa continúa su viaje hacia el espacio interestelar, dejando tras de sí una estela de polvo y misterio, la misión Tianwen-1 demuestra que la cooperación entre naciones y la expansión del conocimiento científico no conocen fronteras.


